PEREGRINACIÓN AL DESIERTO DE LA CANDELARIA
“En el desierto ya has visto que el Señor, tu Dios, te ha llevado como a un hijo por todo el camino hasta llegar aquí.” (Dt 1,31)
Cuando el ruido y las realidades materialidad de lo cotidiano nos invaden y no hallamos los espacios para encontrarnos con nosotros mismos y con el Señor, el desierto nos invita a sosegarnos, a abrir nuestros sentidos, lejos del bullicio y la agitación, para escuchar y contemplar las maravillas de Dios en nosotros.
Aprovechemos esta experiencia en el Desierto de la Candelaria y participemos de esta gran jornada de peregrinación.
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